¿Te gustaría conocer las Cuevas de Altamira, el santuario del arte rupestre paleolítico, pero te da pavor las cuevas o los espacios cerrados? Si es así, no te preocupes, no eres el único. Muchas personas sufren de vértigo o claustrofobia, un trastorno que les provoca mareos, náuseas y ansiedad cuando se enfrentan a situaciones de altura, de inestabilidad o de confinamiento. Pero eso no significa que tengas que renunciar a tu sueño de conocer las Cuevas de Altamira y admirar sus pinturas y grabados de más de 15.000 años de antigüedad. En este artículo, te vamos a dar algunos consejos para que puedas disfrutar de las Cuevas de Altamira sin que el vértigo te lo impida. Además, te contaremos algunas curiosidades y datos de interés sobre las Cuevas de Altamira que seguro que te sorprenderán. ¿Estás preparado? Pues sigue leyendo y descubre cómo vencer al vértigo y a la claustrofobia en tu visita a las Cuevas de Altamira.
¿Qué es el vértigo y por qué se produce?
Antes de entrar en materia, conviene aclarar qué es el vértigo y por qué se produce. El vértigo es una sensación falsa de movimiento o de giro que puede hacer que sientas que todo a tu alrededor se mueve o que tú mismo te mueves o te caes. El vértigo puede tener diferentes causas, pero una de las más comunes es el vértigo periférico, que se debe a un problema en el sistema vestibular, la parte del oído interno que controla el equilibrio. El sistema vestibular envía información al cerebro sobre la posición y el movimiento de la cabeza, y el cerebro la compara con la información que recibe de los ojos, los músculos y las articulaciones. Cuando hay una discrepancia entre estas señales, el cerebro se confunde y produce el vértigo. El vértigo periférico puede ser provocado por diversas situaciones, como un traumatismo craneal, una infección, una alergia, una alteración hormonal, el consumo de ciertos medicamentos o el estrés. También puede aparecer por la exposición a las alturas, a las cuevas o a los espacios cerrados, ya que estos estimulan excesivamente el sistema vestibular y alteran la percepción espacial. El vértigo periférico suele ir acompañado de otros síntomas, como náuseas, vómitos, sudoración, palpitaciones, dificultad para respirar o ansiedad. Estos síntomas pueden agravarse si la persona que sufre de vértigo tiene también claustrofobia, es decir, miedo irracional y exagerado a los espacios cerrados o con poca ventilación. La claustrofobia es un tipo de fobia específica, un trastorno de ansiedad que se caracteriza por un temor intenso y persistente a un objeto o situación que en realidad no supone un peligro real. Las personas con claustrofobia evitan o soportan con mucho malestar las situaciones que implican espacios cerrados, como entrar en una cueva, en un ascensor, en un túnel o en un avión. La claustrofobia puede interferir con la vida cotidiana de la persona y limitar sus actividades y sus viajes.
¿Qué son las Cuevas de Altamira y por qué son tan especiales?
Las Cuevas de Altamira son un conjunto de cavidades naturales en la roca en las que se conserva uno de los ciclos pictóricos y artísticos más importantes de la prehistoria. Forman parte del conjunto Cueva de Altamira y arte rupestre paleolítico de la cornisa cantábrica, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Están situadas en el municipio español de Santillana del Mar, en Cantabria, a unos dos kilómetros del centro urbano, en una zona verde de la que tomaron el nombre. Desde su descubrimiento, en 1868, por Modesto Cubillas y su posterior estudio por Marcelino Sanz de Sautuola han sido excavadas y estudiadas por los principales prehistoriadores de cada una de las épocas una vez que fue admitida su atribución al Paleolítico. Las pinturas y grabados de la cueva pertenecen, principalmente, a los períodos Magdaleniense y Solutrense y, algunos otros, al Gravetiense y al comienzo del Auriñaciense. De esta forma se puede asegurar que la cueva fue utilizada durante varios periodos, sumando 22.000 años de ocupación, desde hace unos 36.500 hasta hace 13.000 años, cuando la entrada principal de la cueva quedó sellada por un derrumbe, todos dentro del Paleolítico superior. El estilo de gran parte de sus obras se enmarca en la denominada «escuela franco-cantábrica», caracterizada por el realismo de las figuras representadas. Contiene pinturas polícromas, grabados, pinturas negras, rojas y ocres que representan animales, figuras antropomorfas, dibujos abstractos y no figurativos. En cuanto a su techo de los polícromos ha recibido calificativos como «Capilla Sixtina» del arte rupestre; «…la manifestación más extraordinaria de este arte paleolítico…», «… la primera cueva decorada que se descubrió y que continúa siendo la más espléndida» y «…si la pintura rupestre [paleolítica] es el ejemplo de una gran capacidad artística, la cueva de Altamira representa su obra más sobresaliente», que nos indican la gran calidad y belleza del trabajo del hombre magdaleniense en este recinto. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985.
¿Qué hacer si tienes vértigo y quieres visitar las Cuevas de Altamira?
Si tienes vértigo y quieres visitar las Cuevas de Altamira, lo primero que debes hacer es consultar con tu médico. Él podrá valorar tu caso, descartar otras posibles causas de tu vértigo, indicarte el tratamiento más adecuado y darte algunas recomendaciones para tu visita. El tratamiento del vértigo puede incluir medicamentos, ejercicios de rehabilitación vestibular, terapia psicológica o, en algunos casos, cirugía. El tratamiento dependerá de la causa, la frecuencia, la intensidad y la duración de los episodios de vértigo. El objetivo es reducir los síntomas, mejorar el equilibrio y prevenir las complicaciones. El tratamiento también puede ayudarte a controlar la ansiedad y el miedo que te produce el vértigo y las cuevas, y a aumentar tu confianza y tu seguridad. Una vez que tengas el visto bueno de tu médico, puedes planificar tu visita a las Cuevas de Altamira con tranquilidad. Aquí te damos algunos consejos para que tu experiencia sea lo más agradable posible:
- Elige el mejor momento para visitar las Cuevas de Altamira. Las Cuevas de Altamira abren todos los días del año excepto los lunes, pero hay que tener en cuenta que el horario puede variar según la época y la demanda. En general, los fines de semana, los días festivos y los meses de verano son los más concurridos, por lo que es conveniente evitarlos si quieres evitar las aglomeraciones y las colas. La mejor hora para visitar las Cuevas de Altamira es por la mañana temprano, entre las 9:30 a. m. y las 11:30 a. m., o por la tarde, entre las 4:30 p. m. y las 6:30 p. m., cuando hay menos gente y más tranquilidad. Si quieres ver las pinturas originales de la cueva, tendrás que solicitar una entrada especial, que se sortea cada viernes entre los visitantes que se presenten en el museo. Solo se permite el acceso a cinco personas por día, durante ocho minutos, y bajo unas condiciones estrictas de temperatura, humedad y luz. Si no tienes suerte en el sorteo, podrás ver la réplica de la cueva, llamada Neocueva, que reproduce fielmente las dimensiones, las formas y los colores de la cueva original.
- Elige el mejor lugar para ver las Cuevas de Altamira. Las Cuevas de Altamira se componen de varias salas y galerías, pero la más famosa y espectacular es la Sala de las Pinturas, donde se encuentran las obras maestras del arte rupestre paleolítico. La Sala de las Pinturas tiene una longitud de 18 metros y una anchura de 9 metros, y está cubierta por un techo abovedado de unos 2 metros de altura. En el techo y en las paredes se pueden apreciar más de 150 figuras de animales, como bisontes, caballos, ciervos, jabalíes o renos, pintados con colores rojos, negros y ocres. También hay algunas figuras humanas, como la llamada Mujer de Altamira, y algunos signos abstractos, como puntos, rayas o manos en negativo. Las pinturas se realizaron con diferentes técnicas, como el pincel, el dedo, el raspado o el soplado, y se aprovecharon las irregularidades de la roca para dar volumen y movimiento a las figuras. El resultado es un conjunto de gran belleza, expresividad y realismo, que muestra la habilidad y la sensibilidad de los artistas paleolíticos. Si tienes vértigo, lo más recomendable es que elijas la Neocueva, que es una reproducción exacta de la Sala de las Pinturas, pero con más espacio, más luz y más ventilación. Evita la cueva original, que es más estrecha, más oscura y más húmeda, y que puede provocarte mareos o claustrofobia. También evita los lugares que tengan una peor visibilidad o que estén más expuestos al ruido o al frío. Si sientes que te mareas o te angustias, sal inmediatamente y busca un lugar donde sentarte y relajarte. Si no te atreves a entrar en la Neocueva, no te preocupes, puedes ver las pinturas en el museo, donde hay paneles explicativos, reproducciones fotográficas y audiovisuales que te muestran la historia y el significado de las Cuevas de Altamira.
- Lleva contigo lo necesario para aliviar el vértigo. Si tienes vértigo, es conveniente que lleves contigo algunos objetos que te puedan ayudar a aliviar los síntomas en caso de que aparezcan. Por ejemplo, puedes llevar una botella de agua, un pañuelo, unas galletas, un chicle, un abanico o un pulverizador. También puedes llevar los medicamentos que te haya recetado tu médico, siempre siguiendo sus indicaciones y respetando las dosis y los horarios. Además, puedes llevar algún objeto que te dé seguridad y confianza, como una pulsera, un collar, una foto o un amuleto.
- Disfruta de las Cuevas de Altamira con actitud positiva. Las Cuevas de Altamira son un tesoro cultural, que ofrece una visión única del pasado y del arte de la humanidad. No dejes que el vértigo te impida disfrutar de esta experiencia única. Intenta tener una actitud positiva y optimista, y enfócate en lo que te gusta y te interesa de las Cuevas de Altamira. Puedes contratar una visita guiada, un audioguía o un libro que te expliquen los detalles y las curiosidades de las Cuevas de Altamira. También puedes hacer fotos, vídeos o dibujos que te permitan recordar tu visita. Y, sobre todo, diviértete y siente el orgullo de haber superado tu miedo y tu vértigo.
Conclusión
Como has visto, las Cuevas de Altamira son una atracción fascinante, que merece la pena visitar al menos una vez en la vida. Si tienes vértigo o miedo a las alturas, no dejes que eso te impida disfrutar de este patrimonio cultural. Con un poco de planificación, de precaución y de actitud positiva, podrás superar tu vértigo y visitar las Cuevas de Altamira sin problemas. Y si necesitas más ayuda, recuerda que siempre puedes contar con tu médico, con tu acompañante o con el personal de las Cuevas de Altamira. No lo dudes más y atrévete a visitar las Cuevas de Altamira. Te aseguramos que no te arrepentirás.